martes, 14 de octubre de 2008

Y todo a media Luz...


Estoy alucinando…

Ya es malo que te operen, ¿pero que me decís de que te operen a la luz de los móviles?
No , no es coña, ha pasado en el hospital Juan Perón de la ciudad de Villa Mercedes. A mitad de una operación de apendicitis sufrieron un apagón.

Me imagino al cirujano ahí super chulo a mitad de operación frente a un grupo de internos.
–Como ven no es más que otra apendicitis, muy simple, esto podría hacerlo sin luz y con guantes de boxeo. –
Y de pronto se hace la oscuridad y se oye a una enfermera.
-Doctor Carnicero, no tenemos guantes de boxeo, pero hacemos lo que podemos.

En fin, que frente al fallo eléctrico tenían 2 opciones. 1)Dejar al chaval con las tripajas al aire hasta que volviera la luz o arreglaran el generador del quirófano.2) Seguir adelante como se pudiera.
Y más chulos que un ocho siguieron adelante. Algún “iluminado” sugirió utilizar una batería y unos faros de coche, pero el invento no cuajo, iban a llamar al mecánico cuando a alguien se le encendió la bombilla. Finalmente médicos y enfermeros sacaron los móviles y terminaron la operación a la calida luz de los inalámbricos ( Que bonita me ha quedado la frase).

La intervención fue un “éxito” y el chico se recupera favorablemente, aunque yo que el no estaría muy tranquilo, con el gafe que tiene me aseguraría de que a nadie le falte el móvil, no fuera cosa de que en los momentos más inoportunos te suene “el apéndice”.

Los padres del chaval han decidido hacer una colecta para renovar el generador del hospital, dicen que no quieren que nadie tenga q volver a pasar por algo parecido y que esas 2 horas de intervención se le hicieron eternas, que digo yo… más eternas se les harían a los enfermeros que sujetaban los móviles, ¿que no? Haced la prueba, pasaos 2 horas de pie aguantando el móvil sobre la mesa del comedor con el brazo estirado ( cual soldado fascista) ya veréis que gracia os hace.

Pd: Lo de Doctor Carnicero… no es coña, Es un “homenaje” al Primer Director del Hospital de San Vi. Ya es mala leche apellidarse Carnicero y meterse para medico. La cara de sus pacientes cuando los derivasen a su consulta tenía que ser un poema.
“no se preocupe Señora Cordero, el Doctor Carnicero la atenderá en breve…” ¿dan ganas de salir corriendo o no? Pero podría ser peor, podría haberse apellidado Verdugo.

No hay comentarios: